28.8.17

La ciudad miente y yo con ella.

Escucho llover
pero miro afuera
y la realidad me da en la cara:
solo son goteras dentro de mi piel.

Siento el viento asalvajarse
y me tiro sin pensar a la ciudad.
Inmediatamente todo aire queda inmóvil
y respirar me da ansiedad.

Las campanas tampoco son reales,
algo me dice que no lo son
y yo, que poco me creo ya,
lo afirmo a grito limpio.

Escucho el tolón-tolón
como si fuera el tick-tack
de este gran reloj mal sincronizado
donde nos tienen a todxs encerradxs.

Al menos casi parece
que se calla todo lo demás...
tolón-tolón...
y otra vez...
la mentira volvió.

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