12.1.16

Fuego.

Cuando estoy mal, triste, enfadada, agobiada, desanimada, desmotivada, cansada...
una llamita late en el pecho gritándome que te busque, que lo sabrás arreglar.

Menos mal que ya la sé apagar.
Menos mal que ya sé que no necesito reparación
y que nadie me la podría dar.

Cuando estoy bien, contenta, feliz, animada, segura de mí misma, alegre, fuerte...
una llamita late en el pecho gritándome que te busque, que lo comparta contigo.

Y a decir verdad, no sé cómo demonios hacer para que esta deje de arder.
Tal vez me haya enamorado de su fuego.

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