24.2.16

nanas de calle

Se oye música.
No sé qué instrumento será,
no sé si está bien tocado,
quizá ni esté afinado,

pero suena a nostalgia,a sentimiento,
a herida cicatrizada pero no olvidada,
a esperanza, a soledad,
a pasado perdido y a futuro por llegar.

Suena a tantas cosas que creo que voy a explotar si no lo consigo expresar.

Suena a tantas cosas que el tiempo ha perdido su ritmo
y me parece que el tick del reloj está fuera de lugar.

Suena a tantas cosas como cosas siento,
incluyendo aquellas que me niego a aceptar,
aquellas que están mal, aquellas por las que siento orgullo,
aquellas que se saben pero hay que ignorar.

Suena a tantas cosas que abre mil caminos más de neuronas en la cabeza,
permitiéndome pensar lo desconocido,
permitiéndome soñar lo que me prohibí,
permitiéndome ese placer oscuro de retorcerme entre mis propias entrañas
y aprender a conocerlas mejor.

Gracias músicxs de la calle, gracias por estas nanas nocturnas que,
sin querer,
me regaláis.

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