27.12.16

sororidad callejera

Voy de madrugada por una callejuela poco iluminada, maloliente y silenciosa,
con los cinco sentidos [y alguno más que hemos desarrollado tras siglos siendo atacadas] alerta,
esforzándome en obligar a cada una de mis fibras musculares a no echar a correr
y tratando de que mis pupilas no dejen ver esa inseguridad que se me escapa por la mirada.

El sonido de mis pasos se vuelve en mi contra y siento sin razón que me siguen,
aprieto las llaves entre las manos y visualizo como dar un puñetazo para que se claven.
Veo un grupo de chavales y siento la humillante tentación de cambiar de calle,
mientras me repito una y otra vez "no seas cobarde".

Una pared enfrente me grita con furia morada. Aborto libre y un signo feminista,
y así es como ocurre la magia de una pintada convirtiéndose en el aullido de todas las lobas de mi manada
ahuyentando de un zarpazo todos mis miedos.

El resto del camino a casa, siento que voy tan acompañada, que son ellos los que deberían temernos a nosotras.

15.12.16

A mis hermanas, amigas, compañeras

No quiero caer en idealismos,
pero me lo ponéis difícil:

Comodidad como en casa,
seguridad entre la manada;
aprendiendo a base de experiencias,
retroalimentándonos de ganas.

Cuidando de todas, cuidadas por todas,
te cae un abrazo antes de saber que lo necesitas;
complicidad creciente
sin imponer opiniones.

Confianza sin prejuzgar por la edad,
relaciones horizontales;
cuánto se escucha "si te apetece",
se transpira sororidad.

Gracias, perdón, ¿mejor? ¿y tú?
Comunicación profunda más allá de las palabras;
fuerzas para atacar, para defendernos, para bailar,
pero aquí no eres menos por llorar.

El miedo se comparte y se vence,
la rabia se junta y estalla contra ellos;
la utopía se refleja en cada par de ojos,
que sonríen por algo más que su interés.

Y dejo de escribir ya,
que todo se queda corto;
nunca sabré cómo deciros esto,
lo mucho que os quiero.







14.12.16

Grabaito

Grabaito
en cada rincón de piel por donde pasaste,
efímero pero intenso,
como un festival de no sólo música
sino seis sentidos y medio.

Y de regalo,
sonrisas que esconden recuerdos
[y que nunca fueron nada más]:
recuerdos grabaitos
en cada rincón de piel por donde pasaste
aquella y única vez.