3.4.19

Mito

La luna,
la sangre
y tu textura
completan otra vuelta
a sentido inverso.

La guitarra,
la carta
y tu última cama
se echan a suertes
quién se disuelve antes.

La Diosa que no existe
más que en mi memoria
asesinó al Amor.

Fui yo
la creadora;
Ergo, la diosa fui yo.

Asesiné al amor,
lo idealicé
mientras desesperada me intentaba elevar sobre mi propia creación.

Caí encima,
cayó encima,
caímos encima
de la luna,
de la sangre
de tu textura,
de la guitarra,
de la carta
y de tu última cama.

Colapsé
y un nuevo big bang
me convirtió de nuevo en mortal.

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